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Pikmin es una rareza. Hermosa rareza, pero rareza al fin. Un título que por momentos pareciera que atrasa e innova al mismo tiempo. Un juego que presenta una propuesta sumamente interesante pero con patas cortas, pese a su gran encanto. Esta saga estratégica de Nintendo estuvo llena de contradicciones desde sus inicios en GameCube y al día de hoy las mantiene. Será por eso que mientras que el nicho la aclame, es una de las franquicias menos exitosas de la compañía nipona, que por momentos parece subsistir solo por el cariño de su creador.

El Capitán Olimar y sus inolvidables Pikmin tienen lo necesario para cautivar a los jugadores y jugadoras con un enfoque bastante particular al género de estrategia y exploración, pero eso no suele traducirse muy bien en ventas. Ahora, con la esperada llegada de Pikmin 4 para Switch, vale plantearnos lo siguiente: Pikmin 4 seguramente tenga lo necesario para sus fans, pero ¿puede esta nueva entrega continuar con la tradición de calidad de la saga, haciéndola más accesible a nuevas audiencias? ¿O es este el último Pikmin en nuestra party?

Uno de los principales atractivos de Pikmin – para quien les habla – es esa sensación de ser un juego detenido en el tiempo. Una experiencia con raíces muy arraigadas en los puzzlers japoneses de los noventas, que como Olimar y compañía, parece venir de otro planeta cuando lo ponemos al lado de los juegos actuales. Pikmin supo tener un viaje enriquecedor a lo largo de sus entregas previas, siendo siempre muy bien recibido por la crítica. Sin embargo, los pequeños ajustes que se fueron haciendo, jamás lograron cautivar al público masivo. No por nada Nintendo pospuso el desarrollo de esta cuarta parte por diez años.

Sin embargo se ve que hubo un momento “¡Eureka!” en la creación de esta entrega. Por más que no sea una transformación radical, Pikmin 4 logra dar múltiples pequeños pasos en la dirección correcta, ofreciendo cambios que refrescan la fórmula. Casi como si finalmente se lograra construir la experiencia definitiva sobre el ensayo y error de los títulos anteriores, que supieron establecer una base sólida aunque poco deslumbrante.

La nueva crew que conformamos en esta aventura, toma el legado de la creatividad de Miyamoto y lo expande con algunas nuevas mecánicas estratégicas y simplificaciones de otros procesos. Desde la gestión de diferentes tipos de Pikmin con habilidades únicas hasta la exploración de entornos variados, la fórmula evoluciona sin perder su esencia y hasta casi terminando de consagrarse. Pikmin 4 cuenta con varias oportunidades donde sentimos que así es como siempre tendría que haberse sentido esta experiencia. La incorporación de elementos como el clima y la incorporación del ciclo Día/Noche, añaden complejidad, planteando un desafío un tanto más profundo, que reclama decisiones más rápidas a la hora de pensar nuestras estrategias. sobre la marcha.

Como en las entregas anteriores, una vez acostumbrados al loop de jugabilidad, la experiencia puede llegar a sentirse un tanto repetitiva, por más que los escenarios se vean mejor que nunca y cargar un cartucho de Game Boy gigante – para nuestra escala – siga teniendo un encanto que no se puede describir con palabras. La diversidad de modos de juego como los desafíos y el multijugador, llegan al rescate de este síntoma, ampliando la experiencia un poco más allá de la idea principal, ofreciendo una perspectiva particular para cada propuesta. La verdadera alquimia radica en la manera en que estos modos se complementan, ofreciendo el siempre bien ponderado valor de rejugabilidad y oportunidades para cambiar un poco la mentalidad de juego, sin abandonar el título.

Debo confesar, de todos modos, que mientras que los voy a considerar como puntos altos en cuanto al análisis respecta, comprendiendo que son parte de la idea principal del título, siento que algunas de las nuevas ideas chocan un tanto con el propio concepto de Pikmin. La idea de las noches plagadas de amenazas agresivas y las Batallas Dandori, donde debemos hacernos con objetos más rápidos que un oponente, parecen alterar el tono chill de lista de reproducción Lo-Fi de Youtube, que caracteriza a Pikmin. Enaltezco que haya un equilibrio entre la oferta tradicional y una mucho más enfocada a la acción, pero cuando el juego nos obliga a tener que experimentar eso a la fuerza, fue cuando más me desinterese del mismo. De no ser por los momentos de acción obligatorios, la campaña de este Pikmin sería casi impoluta para mi.

Habiéndose perdido el Capitán Olimar, nuestra tarea de encontrarlo se ve interrumpida y complementada en partes iguales, por el rescate de una tripulación mucho mayor, que se complementa en sus tareas para ampliar el lore de la franquicia más que nunca. Tomando prestadas, obligadas más no pesadas mecánicas de administración de recursos y organización de base de tantos otros juegos modernos, la sensación de progreso es satisfactoria y por momentos llegamos a sentirnos más que un cursor de mouse glorificado. Este nivel de inmersión aplicado a la fantasía de “Querida, encogí a los niños”, es un acierto total.

Esta es finalmente la mejor versión de Pikmin. Más que sentirse como una evolución natural, parece una decantación calculada en el tiempo, para una serie que siempre tuvo todos los condimentos necesarios para ser grande, pero que le faltaba un appeal particular, ahora conseguido. Si, puede ser que los nuevos Pikmins no sean muy creativos y que por momentos se sienta demasiado autorreferencial, pero la calidad total del paquete, incluyendo la diversidad de modos, su narrativa y un apartado artístico en su mejor momento, podría significar la bocanada de aire fresco necesaria para un soft reboot que apunte a un público más enterado de lo que significan las experiencias marca Nintendo.

Pikmin 4 bien respeta lo que se esperaba de él, pero también fue capaz de innovar y sorprender. Una experiencia que invita a toda la familia, con controles amigables y su encanto atemporal que permite recomendarlo a todo el mundo. Aunque de una manera demasiado prolija tal vez, cumple con las expectativas y es otra evidencia del firme presente de Nintendo y un testamento de la franquicia que se negó a morir.

Pikmin 4

Desarrolla:
Nintendo EPD
Distribuye:
Nintendo
Fecha de lanzamiento:
21 de Julio de 2023
Disponible en:
Nintendo Switch
Versión analizada:
Nintendo Switch

«Esta es finalmente la mejor versión de Pikmin. Más que sentirse como una evolución natural, parece una decantación calculada en el tiempo.»

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