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Todo empezó en junio de este año. Sobre el escenario del Summer Game Fest, iluminados por la sonrisa de Geoff Keighley, los responsables de la productora de terror Blumhouse anunciaron una nueva división enfocada en la publicación de videojuegos. ¿La misión? Encontrar obras que aborden el terror de manera experimental, tal como lo han hecho con el cine desde hace veinticuatro años. Blumhouse Productions es una de las pioneras del horror moderno, con películas que van desde Sinister hasta Get Out, o franquicias como La Purga y Actividad Paranormal. Siempre se podrá debatir si nos gustaron o no, pero es innegable que tienen buen ojo para lo que funciona y no temen probar cosas nuevas, como cuando experimentaron con el humor en Feliz Día de tu Muerte o M3GAN.

Es precisamente este olfato a la hora de producir lo que hace que la creación de Blumhouse Games sea una gran noticia. El terror siempre fue lucrativo, pero desde lo creativo, creo que hace falta más variedad y frescura. Incluso Zach Wood – presidente de esta división y hermano de Elijah Wood -, mencionó que no buscan pegarla, sino que su idea es publicar propuestas que se sientan diferentes. ¿Por qué? Con más de 20 años en la industria, ocho de los cuales trabajó en la división de PlayStation 4 para Sony, Wood cree que, incluso en el mercado actual, es posible generar ganancias con un éxito moderado, sin necesidad de ser un blockbuster.

Sé que quizá me excedí con el preámbulo, pero lo creí necesario. Por un lado, la misión creativa y comercial de la productora me resulta muy interesante y poco se habla de ella. Por otro lado, es información relevante ahora que el primero de sus seis experimentos está entre nosotros. Desarrollado por Cozy Game Pals, un estudio con experiencia AAA compuesto únicamente por un matrimonio, Fear the Spotlight, el primer título de Blumhouse Games, tiene una pequeña gran responsabilidad sobre sus hombros.

Inspirado no tanto en el género sino en el concepto del terror de la primera década de los años dos mil, este survival horror de bolsillo viene alzando la bandera de la nostalgia sin ningún tipo de vergüenza, para intentar provocar esa sensación de disfrute que nos da el terror más que sustos baratos porque sí. Orgullosa de representar a los hijos e hijas de Silent Hill, esta experiencia de exploración plagada de puzzles con resolución point-and-click, nos lleva a acompañar a dos adolescentes que irrumpen en su escuela para realizar una sesión de espiritismo. El porqué está encerrado en una nube de hormonas y disparadores de trama, pero lo que importa es que colarnos en el establecimiento nos hace las veces de tutorial para aprender a interactuar con los ítems, mientras recolectamos de distintos salones los materiales que necesitamos para nuestra aventura hacia lo oculto. 

Pronto – tal vez demasiado pronto -, la decisión de invocar espíritus demuestra ser un error garrafal, cuando uno de ellos secuestra a una de las chicas y la lleva a una sección abandonada de la escuela, que quedó destruida tras un incendio varios años atrás. Sin más armas que el amor desinteresado, exploraremos los pasillos de la escuela, descubriendo lo que ocurrió la noche del incendio, mientras encontramos los ítems necesarios para profundizar aún más en el edificio y en la verdad.

Las mecánicas retro se combinan perfectamente con una estética inspirada en la primera generación de juegos de PlayStation, con sus tropos incluidos. Al estilo de Resident Evil 2,  tenemos que encontrar la manera de hacernos con un montón de objetos que interactúan con otros objetos, para finalmente darnos alguna pista que nos ayude a conseguir el acceso a la siguiente tanda de puzzles. Aunque dicho así pueda parecer agotador, los acertijos son lógicos y entretenidos. Aunque en mi opinión, hay más de los necesarios, están bien distribuidos a lo largo del juego, lo que evita que nos sintamos abrumados. Además, el hecho de interactuar con los objetos simulando cierto realismo desde los controles, crea una inmersión que siempre los mantiene interesantes.

La estética poligonal moderna ya instalada y aceptada, agrega una capa de color muy particular al ambiente del título. Desde su primer avistamiento, fue común compararlo con un juego fanmade del tipo creepypasta y la realidad es que no solo no puedo negarlo sino que incluso lo celebro. Será por o más allá del hecho de estar realizado por dos personas, pero Fear the Spotlight tiene un espíritu de fanzine que le sienta delicioso. Probablemente esa frescura de la que hablaba el hermano de Frodo. Una colección de filtros le agregan una vibración y grano a la pantalla que grita tele de tubo, generando un meta ambiente a su vez, que condimenta muy bien al apartado audiovisual. Aún así, por más que yo no lo recomendaría, si son personas que se marean fácil, todos estos firulos pueden desactivarse desde las opciones. 

Desde ahí también van a poder cambiar los controles por un modo fluido y otro que se siente un poco más pesado, en términos de framerate. Lamentablemente, ninguno de los dos se siente cómodo a la hora de navegar las secciones de sigilo del juego. No será la única, pero nuestra mayor amenaza es un poco inspirado émulo de Pyramid Head con un reflector por cabeza que, por más que nunca nos perseguirá con muchas ganas, nuestros movimientos pueden hacer que nos regalemos bastante seguido. 

Lo mejor es no entregarse a la frustración. Los ítems para curarnos no sobran, pero se pueden distribuir con tranquilidad a lo largo de nuestra aventura. Y mientras que hay varias situaciones y amenazas que nos generarán incomodidad y hasta sensación de peligro, todo los terrores de la experiencia están para que sintamos esa ominosidad en los vellos de la nuca, más que para realmente hacernos daño. Fear the Spotlight a veces puede sentirse como El Exorcista y a veces como Supernatural. Es un homenaje a como nos hacen divertir estos juegos y películas. Como luego las recordamos por sus puzzles y sus secuencias y no tanto por el miedo que nos pueden haber llegado a provocar. 

Construir ese ambiente de manera tan efectiva, hace un gran trabajo a la hora de carrear a la historia. Y no porque sea mala. Tampoco me siento cómodo diciendo que es buena, pero por momentos pareciera que se preocupa más por el contexto en el que sucedieron las cosas, que los hechos en concreto que nos darían claridad. Pudiendo también avanzar dejando información atrás, la exploración intensa es más que recomendada. Admito que hubo lugares donde no encontré cómo acceder pero sabiendo que el final del juego no cambia, me pregunto si me perdí algo que hubiera desenmarañado un poco el relato, o si simplemente lo complicaría más. 

A no confundir, Fear the Spotlight no termina siendo incongruente o ridículo, simplemente como en juegos como Until Dawn o The Quarry de Supermassive Games, todas las desgracias paranormales del mundo parecen caer solo sobre nuestros personajes y todas al mismo tiempo. En un juego de terror menos siempre debería ser más. A su favor, los personajes son queribles y las actuaciones de voz les dan mucho cuerpo, inclusive con detalles de pequeñas expresiones o su propia respiración agitada constante, que nos pone en situación y nos ahoga de manera casi imperceptible. Incluso algunos de los ítems que tenemos en nuestro inventario, no solo serán herramientas útiles, sino que también complementan la creación de los personajes y hasta cuando no los estamos usando activamente, pueden ayudar a crear la atmósfera pesada del juego.

Fear the Spotlight cumple con todas las promesas de Blumhouse Games. Su aproximación al terror se siente tan fresca como familiar y funciona a la perfección para quienes quedaron con ganas de un poquito más después de la remake de Silent Hill 2, o aquellos que quieran dar sus primeros pasos en lo más clásico del género, sin tener que ir a emular dichos títulos. Su historia llena de giros no siempre funciona, pero al menos esos giros siempre nos dan un rato más con el juego, lo que significa un rato más con nuestras protagonistas y su loop de jugabilidad que fluye muy bien. Por más que salga en todas las consolas de actual y anterior generación, su espíritu de juego de PC lo hace sentir muy auténtico, aún cuando viene sin disimulo a rendir cultos y homenajes. No tengo dudas que Fear the Spotlight no va a romperla, cumpliendo otra de las promesas del estudio. Sin embargo, aún cuando espero un poco más, ahora lo hago tranquilo. Creo en esta propuesta y en su visión. Al juego de Cozy Pals Games le toca ser el primer disco de garage de esta banda pero con fallas y aciertos, lo vamos a recordar del lado correcto de la historia.

Fear the Spotlight

Desarrolla:
Cozy Game Pals
Distribuye:
Blumhouse Games
Fecha de lanzamiento:
22 de octubre, 2024
Disponible en:
PlayStation4, PlayStation 5, Xbox Series, Xbox One, PC, Nintendo Switch
Versión analizada:
Xbox Series X

«Fear the Spotlight cumple con todas las promesas de Blumhouse Games.»



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