Sin que nadie lo espere, la radical reinvención de uno de los íconos del mundo del gaming deriva en un metroidvania absorbente que sabe recompensar a los pacientes.
No alcanzan los grados para definir el nivel de giro que Bandai Namco decidió imprimirle a Pac-Man, su mítica creación de cara a un juego que sabe llegar desde lo que realmente importa: la jugabilidad. Lo digo porque si bien Pac-Man es una institución, es imposible negar que en términos de universo, ¨lore¨y narrativa está minado de limitaciones de lo conceptual. Por esto es que la reinvención profunda era el único camino a seguir, planteando un universo que tiene ciencia ficción, oscuridad, mechas gigantes que pelean y figuras misteriosas con aura de animé. Estoy siendo intencionalmente vago al pintar a brocha gorda la propuesta desde lo narrativo de Shadow Labyrinth y es porque en sí puede que sea el aspecto menos trabajado.
Se siente como que toda la intención quedó enfrascada en el episodio de Secret Level emitido por Prime Video que oficia como precuela del juego, mientra que lo que nos toca es vivenciar un título que intenta explicarse en sus motivos pero que tropieza bastante entre cutscenes inconexas y sorpresas que al no poder vincularnos con los personajes que las protagonizan, pierden por completo el impacto. Pero donde no erra este Shadow Labyrinth es en propuesta de juego. Estamos ante un metroidvania hecho y derecho, repleto de contenido y con un nivel de desafío que no duda en sacudirte como si del Dark Souls más picante se tratase.
En Shadow Labyrinth controlamos a un personaje misterioso llamado ¨Swordsman No. 8¨ (algo así como Espadachín número 8) que va en compañía de Puck: la pizza animada (según su propio creador) ahora convertida en una especie de acompañante con el que el protagonista interactúa y recibe asistencia durante toda la aventura. Lo interesante es cómo Bandai Namco decidió emplear la aparición de Puck: los niveles poseen una combinación de acción, plataformas y también segmentos en los que tomamos el control de Puck para recorrer segmentos enteros de los niveles.
Puck además tiene un costado un tanto sombrío, ya que será quien devora -literalmente- las habilidades de los cuerpos de los jefes caídos, completando un árbol de habilidades frondoso que enriquece la jugabilidad a medida que nos abrimos paso entre los frondosos niveles del juego, que obviamente ofrecen todo tipo de bloqueos a los que volver con ciertas habilidades aprendidas: el ABC del género. El diseño de estos por momentos resulta particularmente brillante en ocasiones donde debemos ir cambiando entre Swordsman y Puck realizando piruetas súper precisas de esas que hacen dar ganas de revolear el control cuando no salen, pero que a la vez resultan increíblemente satisfactorias cuando sí.
Entendiendo que el arte es totalmente subjetivo, toca decir que no conecté del todo con la forma en la que se ve Shadow Labyrinth: no creo que sea un juego que entra por los ojos. Desde luego que siempre puede haber quien disfrute de lo que se muestra en pantalla, pero la dirección artística toma giros por completo extravagantes con los que no pude conectar en ningún momento, al igual que sucede con los entornos, con los cuales tampoco pude formar esa sensación de familiaridad o de espacio que se sienta como un lugar. Algunos han comparado a Shadow Labyrinth con Hollow Knight y entiendo por dónde va el concepto, pero justamente en el universo y el lugar que se erige en el juego de Team Cherry es donde vemos uno de los grandes diferenciales.
Esto no va en desmedro de todo lo bueno que sí hace Shadow Labyrinth, un título que se mantiene en sus piernas jugables con muchísima confianza y que se las ingenia para que una vez que entramos, nos cueste salir. La versión que jugué es la de PC y no mentiría al decir que se convirtió en un fiel compañero al tenerlo para llevar en mi Steam Deck, donde además ofrece una performance absoluta. En un año donde todo el mundo está esperando señales de vida de Silksong, Shadow Labyrinth levanta la mano para ofrecer una perspectiva única en un género donde marcarse con personalidad parecía imposible, poniendo en primera plana la jugabilidad y la diversión por sobre todo lo demás. No es poca cosa.

Shadow Labyrinth
Desarrolla:
Bandai Namco Studios
Distribuye:
Bandai Namco Entertainment
Fecha de lanzamiento:
18 de julio, 2025
Disponible en:
Nintendo Switch / 2, PlayStation 5, Xbox Series S / X, PC
Versión analizada:
PC
«Shadow Labyrinth levanta la mano para ofrecer una perspectiva única en un género donde marcarse con personalidad parecía imposible.»