Cuando repasamos el panteón de personajes icónicos en los videojuegos, los nombres que suelen aparecer son los sospechosos de siempre: los Marios, los Sonics, los Zeldas (Links) del mundo. Pocas veces se suele reconocer la huella y el impacto cultural que un titán como Street Fighter ha dejado desde su salida en 1987 con su primera entrega al día de hoy. ¿Por qué será? Me gusta pensar que por un lado, los juegos de pelea siempre se movieron al costado del mainstream: quienes los jugaban entonces, eran personas que frecuentaban salones que congregaban a los más guapos -y habilidosos- del barrio en contiendas picantes, por el honor y la continuidad en la maquinita.
Por el otro, Capcom se topó con un fenómeno también cultural que con el tiempo se convirtió en una meca de los esports: lo que hoy conocemos como EVO. Allí reside desde hace ya varios unos años el motor que le da la continuidad y que puso en el centro a Street Fighter IV primero -el título que logró revivir la franquicia y de alguna manera, los juegos de pelea como un todo- y posteriormente Street Fighter V, con el que Capcom consolidó su compromiso con el género pero por sobre todas las cosas, con una nueva forma de entender el negocio y también validar ese circuito competitivo inaccesible para las grandes masas.
Pero algo no estaba bien. Cuando Street Fighter cumplió 25 años, además de una edición compilatoria de antología, también salió un documental: I Am Street Fighter. Publicado en 2012, se podía vislumbrar en él lo que muchos suponíamos, que Street Fighter no le pertenece a una élite de talentosos jugadores, sino que en realidad estamos hablando de una franquicia que marcó a muchos y que en definitiva, es de todas y de todos. Street Fighter 6 entonces tiene dos tareas titánicas en sus hombros: por un lado realizar esa reparación histórica y devolver el juego al público general, como también ofrecer un nuevo horizonte competitivo para quienes se quieran volcar de lleno a esos menesteres. ¿Lo bueno? Es que cumple con ambas asignaturas a la perfección.
Street Fighter 6 es, lisa y llanamente, la mejor entrega de la serie en muchísimo tiempo. Lo es porque conjuga en su oferta una robusta propuesta de contenidos para un jugador que tiene al World Tour en su centro: una especie de aventura que retrata al camino del guerrero clásico, que nos tendrá dando vueltas alrededor del mundo buscando “la verdadera fuerza”. Armando nuestro avatar, la idea es recorrer en principio las calles de Metro City -sí, la locación de Final Fight- conociendo a varios de los personajes principales del título, quienes se convertirán en nuestros mentores, aprendiendo así sus técnicas.
Este modo ofrece niveles relativamente abiertos al estilo Yakuza, con un humor muy similar a la franquicia de Sega. Pululando por las calles podremos explorar de maneras muy esquemáticas, recolectando ítems, secretos, completando misiones secundarias y principales, y sobre todo, combatiendo. Del combate hablaremos más adelante, pero lo realmente importante de este modo de juego es lo que nos permite conocer aristas hasta ahora insólitas de los luchadores y luchadoras que componen el roster de peleadores. Aprendiendo las técnicas y cumpliendo las misiones de cada mentor vamos a conocer mucho de su personalidad y a su vez, estaremos cambiando constantemente de estilo de pelea, asimilando casi por ósmosis los rudimentos básicos de jugar con cada uno de los personajes.
El loop es básicamente explorar, cumplir misiones, subir de nivel a tu personaje e ir alternando los estilos para desarrollar un nivel de confianza con el mentor para que nos enseñe todos sus secretos. Eso y juntar moneditas para poder comprar algunas tonterías que ponerte a modo de ropa y tal, como no podía ser de otro modo. Aunque a todas luces se puede volver un tanto “grindero” por momentos, lo cierto es que este modo mantiene una frescura que se agradece, apoyándose en guiños y detalles que los cuarentones como quien escribe, que tengan un recorrido no sólo con Street Fighter sino con los beat em ups de Capcom y el lore de los juegos de peleas en general sabrán apreciar: se trata de fanservice del bueno, hecho con mucho mimo y cariño por la franquicia.
World Tour tiene un montón de aciertos pero lo mejor que hace es oficiar como una suerte de ventana para quienes van a mojar los pies en Street Fighter y van a empezar con esta entrega: en este sentido, no hay mejor momento para sumarse que ahora. No sólo porque hay una enorme cantidad de horas para disfrutar en solitario, sino porque Street Fighter 6 implementa dos métodos de control para disputar los combates: el Clásico -seis botones donde tenemos que ejecutar los movimientos y combos con precisión- y el Moderno. Este último plantea el uso de botones para atacar y ejecutar movimientos especiales de una manera muy sencilla, además de combinaciones simples que derivan en combos automáticos.
Lo que se puede hacer con este método es un montón y probablemente te sirva para tener una relación más bien casual con el título y por qué no, disputar un par de partidas online. Es importante entender que este control no viene a romper esquemas, sino que es como aprender a andar en bicicleta con rueditas: vas a disfrutarlo, no vas a necesitar hacer equilibrio en un principio y no estarás exento de darte algún que otro palo. Es decir, que para después hacer piruetas, ir más rápido y andar exactamente por donde quieras, vas a tener que sacarle las rueditas y ponerte un poco más serio. Y no, no es un juego que te invite a entrenar para jugar EVO en la próxima temporada, pero como todo juego tiene sus reglas, su meta, cada personaje es un universo en sí mismo y lógicamente mejorar la técnica va a implicar un compromiso.
Entonces sí: si es tu primer juego de peleas o si no sabés exactamente qué esperar como un jugador casual, podés estar tranquilo que Street Fighter 6 tiene mucho para darte y la vas a pasar fenomenal. Pero ¿Qué pasa con los jugadores más asiduos, habituales, aficionados o con aspiraciones a seguir mejorando en el espacio competitivo? Bueno, en este frente hay noticias excepcionales porque a nivel jugable también estamos ante el mejor exponente de la serie. La novedad más importante de todas es la barra de Drive, una de las protagonistas a nivel jugable. Dividida en distintos cuadrantes, esta barra te va a permitir hacer ataques especiales con Overdrive -algo parecido al EX de Street Fighter V- o bien contraatacar con un ataque especial blindado para salir de situaciones difíciles, entre otros movimientos avanzados como cancels, parrys y más. La gestión de esta barra resulta fundamental porque cuando se acaba quedamos en un estado vulnerable que nos impide cubrirnos con eficiencia de los ataques, recibiendo daño residual en cada ataque, o pudiendo incluso quedar “mareado” si nos encierran en una esquina.
Además de esta barra están las típicas barras de tres niveles que permiten soltar los “Critical Arts” que a mayor nivel, más espectacularidad ofrecen. Todo esto puesto en el contexto de un sistema de combate cuyo balance está muy cerca de la perfección, con personajes clásicos de la serie que dicen presente pero ahora con nuevas herramientas para aprender y familiarizarse. Sobre eso, Street Fighter 6 presenta un total de 18 personajes entre nuevos y viejos conocidos, lo cual es un número alucinante, en especial si consideramos lo bien diseñado que están no sólo desde lo estético, sino sobre el desafío que suponen aprenderlos y lo distintos que son entre sí. Jamie y Luke son los nuevos Ryu y Ken -hay algo de pasar la antorcha en este Street Fighter 6- como nuevas adiciones, pero también hay personajes brillantes como Marisa, Kimberly, Lily, Manon y JP. Entre los clásicos podemos nombrar a Dhalsim, Zangief, Ryu, Ken, Dee Jay, Cammy, Guile, Honda, Blanka, Juri. Los clásicos poseen nuevas características sin perder la esencia, y aún estoy tratando de encontrar el camino a reconectar con Ken, mi personaje favorito de siempre que está de regreso más fachero que nunca.
Complementando al World Tour, podemos usar a todos estos personajes en el clásico modo arcade con historia -cada luchador tiene la suya-, entrenamiento, combates extremos con reglas especiales y un completo tutorial que te enseña los fundamentos de cada luchador, sus claves, los combos, pruebas de dificultad y hasta un completísimo módulo para aprender a leer el juego, su meta y los conceptos básicos que van a convertir al principiante en un jugador muy competente. Sí, también hay un modo online que lamentablemente no pude probar durante el proceso de análisis por los horarios adversos, pero el nuevo netcode de Street Fighter 6 demostró ser un caño en las distintas fases de beta donde incluso se lo puso a prueba con cross-play y funcionó de maravillas: auguro lo mejor para el lanzamiento.
Tampoco pude probar la tienda ni los pases de batalla: sí, este juego va a tener el pase gratuito y el premium, y también va a venderte futuros personajes, skins, ropitas y demás huevadas a cambio de moneda ingame que vas a tener que comprar con tu tarjeta -también hay una moneda que se puede ganar jugando, pero no te va a permitir comprar todo lo de la tienda. En este aspecto, hay similitudes con la monetización de Street Fighter V, por lo que toda esta movida no sólo me parece esperable, sino que tampoco me molesta. Todo esto es para decirles básicamente que estamos ante un juego completísimo, con algo para cada quien se quiera acercar a pasar unas horas con él: Street Fighter 6 es muy entretenido y sabe a lo que quiere jugar.
Aunque los más críticos dirán que el modo historia está lejos de ser algo parecido a lo que ofrece un Mortal Kombat -sé que esto es algo que muchos dirán- lo concreto es que Capcom no pretendía competir a ese nivel. Y es que este juego está en otra liga: reescribe las bases de lo que es el mejor juego de peleas que hay, a la vez que lo abre para un público general con un método de control amigable y guiños para los amantes del género y la franquicia. Técnicamente es muy prodigio: con el RE Engine se lo ve alucinante, al menos, en la versión de PlayStation 5, que es la que usé para este análisis. Modelos detallados, efectos vistosos y una performance intachable en los modos arcade y online. En World Tour me topé con situaciones de frames que se caían por momentos, aunque Capcom prometió arreglarlo con un parche día 1.
Street Fighter 6 es un juego que soñaba jugar desde que fue anunciado y me da mucho placer contarles que no sólo está a la altura de las expectativas sino que las supera fácilmente. Estamos ante uno de los mejores juegos del año sin ningún tipo de dudas, completo, redondo, sin fisuras, que por fin se anima a tomar el legado construido y ponerlo en el sitio que merece. Un juego que celebra a la comunidad global de los fighting games sabiendo exactamente qué ofrecer a cada uno de sus integrantes, independientemente de su procedencia, su trasfondo o su habilidad. El viernes será el momento en el que todos salten al ring para que empiece un nuevo ciclo y hasta entonces los estaré esperando con mi Ken, ávido de disputar un combate más… Y otro más. Y otro más.

Street Fighter 6
Desarrolla:
Capcom
Distribuye:
Capcom
Fecha de lanzamiento:
2 de junio, 2023
Disponible en:
PlayStation4, PlayStation 5, Xbox Series, PC
Versión analizada:
PlayStation 5
«Street Fighter 6 es un juego que soñaba jugar desde que fue anunciado y me da mucho placer contarles que no sólo está a la altura de las expectativas sino que las supera fácilmente. Estamos ante uno de los mejores juegos del año.»