Cuando en 2017 Ubisoft presentó Mario + Rabbids: Kingdom Battle (o mejor dicho, cuando se filtró unos días antes del anuncio) nadie esperaba más que un accidente de trenes. ¿Por qué la fotocopiadora de Assassin’s Creeds estaba haciendo un juego de Nintendo y – peor aún – por qué demonios le estaba metiendo a los Rabbids? Pero al final del día, nunca fuí tan feliz de comerme mis palabras. Kingdom Battle fue una pieza estelar dentro del impecable roster de exclusivos para el primer año de la Switch y su DLC protagonizado por Donkey Kong fue todavía mejor. Con este antecedente, el anuncio de una secuela era algo esperado, agradecido y hypeado. Pero ¿Qué tenía que hacer este nuevo título para estar a la altura del juego original? Poco. Y sin embargo se encargó de hacer un poco más.
Mario + Rabbids: Sparks of Hope tiene una premisa tan básica como efectiva. Modificar lisa y llanamente los aspectos más dudosos del juego madre. Pocas cosas se le podían criticar a Kingdom Battle ya que su base de juego de estrategia por turnos es el mismísimo ajedrez y nadie pide que metan un alfil de dos cabezas o un caballo con alas cada cinco años. Es por eso que se nota como los equipos de Ubisoft Milan y Paris, se concentraron en pulir asperezas e incluir mecánicas y situaciones que elevaran la experiencia, sin modificarla. Porque si hilamos fino, algunos cambios no son más que mecánicas reutilizadas pero maquilladas. Eso, lejos de embaucarnos, nos da un ejemplo de cómo una idea puede ser repetida sin vergüenza, cuando se la muestra desde una perspectiva diferente.
Sparks of Hope sí se toma algunas licencias equivocadas, principalmente en su historia. Luego de abrir todo un nuevo universo como si fuera una crisis de DC y amalgamar conscientemente las propiedades de Patrick Bodard y Shigeru Miyamoto, ahora simplemente nos sueltan una amenaza genérica al vuelo, como si la narrativa fuera un tren en movimiento y nosotros tuviéramos que correrla y subirnos. En esta realidad, los Rabbids ya son ciudadanos que conviven en armonía con el resto de Mushroom Kingdom, hasta que una entidad oscura llega para contaminar todo, con una suerte de baba cósmica. Obviando que esto podría suceder y de hecho sucedió tanto en otros juegos de Mario como también Kirby y Zelda, nuestros héroes se lanzan a la aventura sin más preámbulo y el juego ya está en marcha.
Y aún sosteniendo que hay cierta vagancia en este facilismo narrativo, Sparks of Hope no se equivoca en enfocar todos sus esfuerzos en el aspecto jugable de la experiencia, ya que es lo verdaderamente entretenido. Desde un inicio tenemos un equipo de seis personajes para intercambiar como queramos, permitiéndonos probar todas las combinaciones posibles en las peleas introductorias. Mientras que las explicaciones son básicas, la memoria muscular se despierta rápidamente y el buen game design nos hace intuir el resto.

Probablemente detrás del código siga habiendo una grilla, pero en pantalla podemos movernos con total libertad dentro del área de acción de cada personaje. Desde el Look & Feel, eso evoca un cambio impactante en la experiencia, cuando fundamentalmente no está cambiando nada de cómo se desarrolla un enfrentamiento. Es esto, sumado a las coloridas y estratégicas armas y habilidades de cada personaje, lo que genera la fórmula de la diversión.
La sensación de libertad de movimiento también permite plantear estrategias de otra manera. Nuestros personajes pueden impulsarse entre ellos para caer en otra parte del mapa y así flanquear a los enemigos, haciéndolos exponerse, para de repente ser atacados fuera de turno por la habilidad pasiva del que sirvió de plataforma de salto. A medida que avanzamos de nivel, iremos obteniendo nuevas habilidades que nos permitirán generar cadenas aún más complejas, logrando que nos sintamos estrategas de la talla de Napoléon. Contrario al primer título, Sparks of Hope es relativamente fácil – incluyendo a los jefes – y hasta recomiendo ponerlo en dificultad elevada, pero el efecto de liquidar una partida en el primer turno, libera la cantidad suficiente de endorfinas como para ignorar este detalle en los primeros niveles.
”Todos los personajes respetan el manual de marca de Nintendo, pero con ocurrencias que quizá no veríamos en sus propios juegos.
Otra novedad es la llegada al equipo de viejas caras conocidas. Bowser y Rabbid Rosalina son grandes incorporaciones, que aportan desde el gameplay y la historia. No es fácil hacer comedia en videojuegos y no a todo el mundo le sale bien, pero Sparks of Hope está lleno de humor y todos los personajes tienen su momento de brillar por partes iguales. Incluso, sin poder hablar ni mal ni bien de una película que aún no salió, más de una vez me encontré pensando que esto es lo que una película de Mario debería ser. Todos los personajes respetan el manual de marca de Nintendo, pero con ocurrencias que quizá no veríamos en sus propios juegos.

Otros personajes que debutan son los Sparks, fusiones de las estrellas de Mario Galaxy con los Rabbids, que pueden dotar a nuestros personajes de distintas habilidades elementales y otros efectos. Sumados a nuestras armas y habilidades pasivas, por momentos pueden sentirse un overkill, pero teniendo nuestros enemigos el mismo repertorio de trucos para atacarnos, las batallas se balancean lo suficiente. A medida que avanzamos, encontraremos varios Sparks y podremos hacerlos subir de nivel, engordando la parte más RPG del asunto.
Finalmente, lo que hace parecer a Sparks of Hope como un juego completamente nuevo, son sus mapas. Intentando salvar el universo, viajaremos en una nave entre distintos escenarios, los cuales se traducen a niveles reducidos pero abiertos, que podemos explorar a nuestro antojo, encontrando secretos, monedas, misiones secundarias y puzzles para resolver.
También podemos encontrar una tienda donde comprar distintos items para nuestras batallas o llaves que activan situaciones especiales, vendidas por un robot comercial que merece su propio juego. Que atravesar los escenarios se sienta más como un juego de Mario que como avanzar sobre los casilleros del tablero de un juego de mesa es lo que consolida este spin off como una verdadera aventura de Mario y sus amigos. No se si la decisión fue de Ubi o de Nintendo, pero fue la decisión correcta.
Lo que más afecta a Sparks of Hope son sus tiempos de carga. Por un lado, me siento condicionado por los discos de estado sólido de la competencia, mal acostumbrado por ya no tener que esperar más a que algo cargue. Por el otro, debido a su naturaleza administrativa, vamos a estar entrando y saliendo de menúes continuamente, lo que se vuelve tedioso. A su vez, las nuevas cualidades exploratorias a veces nos invitan a ingresar en una casa o pasar a distintos planos del mapa, lo que nos somete todavía a más pantallas de carga. Podría y quizá debería obviar este detalle, pero al final del día entorpece la experiencia de juego y habla de las limitaciones técnicas que a veces se meten en el medio de las expresiones creativas de la compañía japonesa.
Mario + Rabbids: Sparks of Hope es todo lo que una secuela debería ser. Va un poco a lo seguro, pero lo hace tan bien que asegura una experiencia sólida y divertida. Parte Captain Toad, parte Super Mario RPG, este crossover tiene el potencial de convertirse en el mejor Spin Off del plomero italiano, si llegan a combinar las mecánicas nuevas con una historia original. Ubisoft demuestra que cuando persigue la creatividad y no los modelos económicos, sigue siendo un semillero de buenas ideas. Ojalá ellos también puedan verlo.

Mario + Rabbids: Sparks of Hope
Desarrolla:
Ubisoft Milan / Paris
Distribuye:
Ubisoft
Fecha de lanzamiento:
20 de Octubre de 2022
Disponible en:
Nintendo Switch
Versión analizada:
Nintendo Switch
«Mario + Rabbids: Sparks of Hope es todo lo que una secuela debería ser.»