BioWare supo alguna vez ser sinónimo de RPG. Cada juego de este estudio se convertía en un clásico instantáneo con personajes memorables e historias increíbles contada como sólo ellos podían hacerlo. Baldur’s Gate, Dragon Age, Mass Effect, Knights Of The Old Republic y varios más colocaron al equipo oriundo de Edmonton, Canadá, en el olimpo del género.
En la actualidad, sin embargo, la realidad es muy diferente y BioWare ya no es sinónimo de excelencia; más bien de todo lo contrario. Se ha convertido en la sinécdoque de todo lo que ha estado mal con el desarrollo triple A en la última década. Primero Mass Effect Andromeda fue víctima de un desarrollo turbulento, acelerado y mal organizado que dio como resultado un juego lleno de mediocridad más allá de un par de destellos de calidad. Luego fue Anthem, aquel fallido juego como servicio que pasó a la historia como uno de los grandes fracasos en la historia de los videojuegos; un caso en el que EA persiguió la tendencia de Destiny cometiendo la mayor cantidad de errores posibles dañando para siempre el legado de BioWare. La magia del estudio se había perdido y nada indicaba que pudieran volver a sus épocas de gloria.
Dragon Age The Veilguard tenía la titánica tarea de revertir esta situación. El contexto en el que se lanza esta nueva edición de la saga es un poco más favorable, a pesar de todo, de lo que se podía esperar luego del gigantesco fracaso de Anthem. Tras el anuncio de un nuevo Mass Effect y los reportes que indicaban que BioWare había dado marcha atrás con que el próximo Dragon Age fuera otro título con enfoque multiplayer, la fe estaba empezando a recuperarse. Por suerte la salida de The Veilguard termina siendo un paso en la dirección correcta y si bien no llega a los puntos más altos de la franquicia o de este estudio, es una manera muy inteligente de enderezar la nave y de recomponer su imagen. Es un juego que me da confianza por cómo será el próximo Mass Effect y no un choque de trenes como algún pesimista podía augurar.
Esto se debe en gran parte a lo llevadera que es la aventura. Este Dragon Age tiene un ritmo muy bien manejado siendo totalmente frenético pero con los suficientes momentos para que nuestros personajes se relacionen y desarrollen. Se nota muchísimo que fue escrito y planeado durante el auge del popularidad del Universo Cinemático Marvel porque la sensación de aventura, en cierto punto los diálogos y la batalla entre el bien y el mal que plantea parecen sacadas de cualquiera de esas películas de Disney, con todo lo bueno y malo que eso implica.
El arranque es una montaña rusa llena de acción y espectacularidad; de hecho son tan movidas las primeras horas que ni siquiera vamos a tener tiempo para cuestionarnos quién es nuestro personaje o por qué estamos involucrados en este conflicto. A Dragon Age eso no parece importarle mucho y más bien asume que conocés los hechos de Inquisition, sabés quién es Solas, jugaste el DLC de ese juego de 2014 y que pasaste muchas horas en el genial creador de personaje eligiendo la backstory que más te guste. Pero quién realmente es “Rook” (apodo con el que se conoce a nuestro personaje) o por qué está destinado a cosas grandes, realmente no lo vamos a saber e insólitamente el juego y la historia funcionan igual sin que esos interrogantes tengan respuesta.
Es que el secreto de este Dragon Age es lo llevadero que es y si venías a buscar eso, vas a estar extremadamente contento. Estamos ante una aventura de lo más “pochoclera” donde Rook no va a ser otra cosa que heroico y donde todo lo que hagamos será en pos de salvar al mundo. No es un RPG lleno de grises, no tiene un enorme grado de libertad para poder ser un personaje villanesco, no hay un sistema de inventario complejo, ni un gran componente táctico. The Veilguard es la definición moderna de juego de acción y aventura donde el objetivo es que te diviertas a cada paso que das.
Para algunos jugadores esto es una gran noticia, sobre todo aquellos que quizás no pudieron engancharse del todo con la profundidad de un Baldur´s Gate. En cambio para otros lo que propone este Dragon Age puede resultar hasta tibio. En lo personal siento que lo que se propone hacer lo ejecuta muy bien pero hay que tener bien claras cuáles son las expectativas que uno tiene.
Así todo creo que Dragon Age es un juego muy astuto en lo que propone y muy bien estructurado. No estamos ante un mundo abierto o varias zonas abiertas como en Inquisition; más bien es un regreso a la fórmula de los Mass Effect donde tenemos una base central donde elegir misiones y luego nos transportamos a las zonas designadas para llevarlas adelante. Si bien hay algunos lugares más abiertos donde ir descubriendo secretos y completando misiones secundarias, en ningún momento se nos abruma con las posibilidades ni se siente la típica fatiga de los open world. Es un juego que entiende que menos es más y que decide resaltar sus virtudes sin querer hacer algunas jugadas de más y fallar en el intento. BioWare fue muy inteligente a la hora de pegar el volantazo inicial de ser un juego como servicio y termina dando una experiencia singleplayer muy bien llevada.
”"Estamos ante una aventura de lo más “pochoclera” donde Rook no va a ser otra cosa que heroico y donde todo lo que hagamos será en pos de salvar al mundo."
GuilloEditor
Logra su objetivo porque a pesar de un tono que por momentos roza lo “cringe”, y por más que parezca que ciertos diálogos fueron escritos por Joss Whedon, The Veilguard es un juego con bastante corazón y que sabe crear momentos bastante espectaculares y hasta memorables. El cast de personajes es uno de sus mayores aciertos y en un juego de BioWare eso es fundamental; sin una buena party ninguno de sus títulos se podría sostener por sí solo. Solas es el MVP de esta historia. Se lo presenta como una especie de Hannibal Lecter en el cual nunca vamos a saber cuánto podemos confiar. Cada diálogo con él es fascinante y nos ayuda a entender mucho más este universo y a compenetrarnos con la misión central. Ya era la mejor parte de Inquisition y en esta ocasión vuelve a entregarnos otra performance para el recuerdo.
Pero no es Solas el único personaje que se destaca. Neve, Lucanis y Harding se meten en el panteón de grandes compañeros de BioWare; incluso Bellara nos terminará resultando simpática más allá de caer en estereotipos un poco trillados. Todos tienen historias atrapantes, momentos íntimos en los que conocerlos más a fondo y buenas misiones para realizar. Por ejemplo, todo lo que tiene que ver con Lucanis y su familia me pareció el mejor culebrón del año y me hizo encariñarme mucho con Treviso, la región en la que principalmente suceden sus quests. Toda esta experiencia también se sostiene con lo que es una jugabilidad sumamente entretenida y que también parece querer cumplir con la premisa de no complejizar los sistemas y priorizar la diversión. Estamos en presencia de un hack & slash directamente; lejos ha quedado la vista táctica y el juego pausado de Dragon Age Origins pero por suerte se termina brindando una jugabilidad mucho más ajustada y enfocada que la de Inquisition (que parecía tener una crisis de identidad muy grande).
Las tres clases principales son bastante distintas entre sí y todas se sienten muy bien al controlar. Como Guerrero prácticamente estaremos jugando un God Of War 2018 con una espada, escudo e incluso una opción de martillo pesado. Tenemos parrys, esquives, ataques a distancia y también todo tipo de habilidades especiales que se combinan y hasta detonan con otros ataques especiales de nuestros compañeros. El “rogue” se basa en velocidad, en dagas, arco y flecha y en moverse rápido por el campo de batalla y si bien es similar al guerrero, mientras más lo especializamos más se distingue. El Mago es el más distinto de todos porque prácticamente vamos a estar jugando a un shooter pero de magos. Estaremos lanzando hechizo y rayos constantemente y creando un festival visual a nuestro alrededor que si bien a veces puede ser un poco caótico, siempre es satisfactorio.
El combate es uno de los grandes aciertos de este Dragon Age y si bien recomiendo que ajusten ciertos valores para que sea lo suficientemente desafiante, la variedad de enemigos y la progresión hacen que cada vez que entramos en batalla sea inevitable pasarla bien. Otro detalle a tener en cuenta es que vamos a estar llevando a cabo estos combates en entornos bellísimos y sumamente coloridos. The Veilguard es un juego cuya dirección artística me ha fascinado. Lejos está de perseguir el realismo y busca más bien una versión de película animada de este mundo de fantasía. Eso le permite a los escenario ser vibrantes, variados y con vistas increíbles. Además al no tener que crear mundos abiertos gigantescos, nada parecer repetirse demasiado o estar poco inspirado.
Honestamente me cuesta remarcar puntos decididamente flojos de este Dragon Age más allá del tono de algunos diálogos. Sin embargo también me es difícil encontrar momentos de excelencia o apartados brillantes más allá de algunos momentos en los que la historia me puso en aprietos fuertes a la hora de tomar decisiones. The Veilguard es lo que quiere ser y eso lo ejecuta muy bien pero difícilmente llega a enamorar como otros juegos de este estudio. Eso no significa que no sea recomendable, más bien todo lo contrario. Es uno de esos juegos muy fáciles de recomendar donde cada item queda tildado y donde todo funciona muy bien (párrafo aparte para lo genialmente optimizada que está la versión de PC).
Todo va a depender de cómo a cada jugador le caiga todo eso que propone. El combate es muy entretenido y es un muy bien juego de acción; pero si querías algo más estratégico acá no lo vas a tener. Estéticamente me resulta atrapante y variado; pero si buscabas una visión más realista probablemente no te conforme. La historia es interesante y tiene un ritmo atrapante; pero quizás algunos diálogos son muy cringe y algunos personajes al principio cueste que te caigan bien. Pero más allá de las preferencias que cada jugador pueda tener, no siento que nada en este Dragon Age esté mal ejecutado y definitivamente es un gran primer paso en la reconstrucción de BioWare. Ya no es el mismo estudio que hizo KOTOR o Mass Effect y es imposible volver el tiempo atrás. Pero esta nueva etapa ha comenzado con un acierto y con otro paso en falso que podría haber significado la caída definitiva de un gigante.
Dragon Age: The Veilguard
Desarrolla:
BioWare
Distribuye:
Electronic Arts
Fecha de lanzamiento:
31 de octubre, 2024
Disponible en:
Xbox Series, PlayStation 5, PC
Versión analizada:
PC
«Nada en este Dragon Age esté mal ejecutado y definitivamente es un gran primer paso en la reconstrucción de BioWare»